La contabilidad analítica en las Administraciones Públicas: costes e indicadores de gestión

En los últimos años, las administraciones públicas, en su interés por aproximar su gestión a la del sector privado, se han hecho eco de la llevanza de la contabilidad analítica, a través de la cual se pretende facilitar la rendición de cuentas y la toma de decisiones de los diferentes usuarios de la información contable. En este sentido, el Plan General de Contabilidad de Pública, aprobado por la Orden EHA/1037/2010, de 13 de abril, establece la necesidad de incorporar en la Memoria información relativa a costes por actividades e indicadores de gestión con el objetivo de “mejorar la calidad de la información contable en el sector Público”.

Para determinar los costes de las actividades que realizan las entidades públicas se aplica el método del coste completo, que se obtiene de asignar a cada actividad el consumo real de los factores de producción directamente relacionados con ellas, así como aquellos otros relacionados con las mismas de forma indirecta, entre los que se incluyen los costes generales, administrativos y de dirección de la organización.

Los indicadores de gestión se elaboran para evaluar la eficacia y eficiencia de las actividades que realizan las administraciones públicas y representan el punto de referencia para conocer el grado de cumplimiento de los objetivos establecidos por la organización y el adecuado uso de los recursos de que dispone. En las administraciones locales, existe la obligación de proporcionar indicadores para las entidades que superen los 50.000 habitantes, con el objetivo de ayudar a explicar mejor la actividad realizada por dichas entidades.

Implantar los cálculos de costes e indicadores en las administraciones locales no es un proceso sencillo, ya que la entidad necesita hacer un estudio de su propio “proceso productivo” y, a veces, se carece de personal cualificado para hacerlo y/o mantenerlo actualizado en el tiempo. Además, se necesita recoger información, no sólo económica, sino de recursos humanos, de gestión patrimonial, etc., tarea que no es fácil integrar en el día a día de la administración.

Teniendo en cuenta las particularidades de las entidades locales y las dificultades de implantación en la gestión diaria, hay muchas entidades que aún no llevan a cabo estos cálculos de costes e indicadores de gestión, pero es destacable el esfuerzo realizado por aquellas que sí lo realizan para facilitar información económica a los responsables políticos y técnicos, de manera que se puedan tomar decisiones atendiendo a los criterios de eficacia, eficiencia y economía que marca la legislación y ofrecer la transparencia de los datos de dichas entidades.