Guía práctica de cómo elaborar un Plan de Igualdad (II).

Hace unas semanas nos adentrábamos en la elaboración de los Planes de Igualdad, y señalábamos cada una de las fases que integran ese proceso, desarrollando su puesta en marcha. Siguiendo con esa dinámica, y con el objetivo de simplificar aquellas cuestiones que puedan ir surgiendo, continuamos con nuestro análisis.

Fase 2: Realización del diagnóstico.

Al hablar de Planes de Igualdad todo el mundo piensa en un instrumento a disposición, bien de la empresa o bien de las Administraciones Públicas, cuyo objetivo es conseguir alcanzar la plena igualdad y la eliminación o reducción de las desigualdades detectadas, pero para ello debemos realizar un proceso de detección de esas posibles desigualdades existentes y averiguar la situación de la igualdad en el ámbito de aplicación de este.

El primer punto dentro de la fase diagnóstico es seleccionar la información necesaria para conocer la situación de partida de la empresa o Administración Pública y el contexto en el que nos encontramos. Hay muchas fuentes que proporcionan información en este sentido, estudios, investigaciones, y los datos propios del ámbito donde se pretende implantar -datos económicos, datos relativos a los procesos de selección, promoción profesional, información en materia de conciliación de la vida personal y profesional, datos sobre acoso sexual o por razón de sexo, etc- desglosando o teniendo en cuenta la perspectiva de género.

Uno de los medios de obtención de información en la materia más interesantes son las entrevistas, tanto individuales como grupales, con personas vinculadas a la actividad de la entidad o empresa. Es crucial tener en cuenta la opinión de las personas que día a día realizan su trabajo, puesto que son ellas quienes pueden detectar esas desigualdades. Sin embargo, no todo el mundo tiene la misma facilidad al hablar y comunicarse y eso puede dificultar la tarea. Habrá que buscar aquellos medios que permitan desde la perspectiva menos invasiva posible obtener datos y situarnos en el contexto correcto.

Toda la información recogida en esta fase se reflejará en un documento de diagnóstico, como resultado de todo el proceso llevado a cabo y que permitirá analizar de una manera eficiente y adecuada el punto de partida y los objetivos básicos que se pretenden obtener.

Fase 3: Diseño, aprobación y registro del Plan de Igualdad.

Una vez clara la situación de partida, diseñar el Plan de Igualdad implica definir la política del Ayuntamiento en materia de igualdad de oportunidades e identificar las áreas sobre las que se deberá actuar y los objetivos que se pretenden lograr en cada caso.

Definidos los objetivos de cada área, procederá a concretarse las medidas necesarias para su consecución, medidas que deberán ser evaluables en atención al Real Decreto 6/2019, de 1 de marzo. Será fundamental, en este caso, establecer unas medidas coherentes con los objetivos del Plan y unos indicadores de seguimiento que permitan evaluar los resultados de esas medidas.

El Plan de Igualdad contendrá todos los acuerdos adoptados y firmados por las partes negociadoras, y se firmará el acta de aprobación del Plan de Igualdad en la reunión de la Comisión de Igualdad. Estos deben inscribirse en el Registro de Planes de Igualdad, hayan sido adoptados o no por acuerdo. Con esta inscripción, se garantiza, por tanto, el acceso público por parte de cualquier persona al mismo.

En el plazo de 15 días desde la firma del Plan se presentará, a través de medios electrónicos ante el Registro de la Autoridad Laboral competente la solicitud de inscripción junto con el texto original del Plan de Igualdad firmado por las partes y las actas de las distintas sesiones celebradas.

Una vez inscrito y publicado pasaríamos a la implantación y seguimiento del Plan de Igualdad, del que hablaremos en el próximo artículo.